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Mostrando entradas de mayo, 2013

Desasosiego

Yo creo que nací cansada… Sí, tengo la leve impresión de que mi vida siempre ha estado marcada por la vagancia y el cansancio. La vida es empezar una y otra y otra y otra vez, pero a veces te cansas. Ojalá pudiera ser como esas personas conformistas que pueden vivir una vida larga sin apenas cambios, no como la mía, llena de intervalos. Y se termina una cosa y empieza otra, que vuelve a terminar, y empieza otra… y así miles de veces. Hay momentos en la vida en los que te gustaría decir: este es mi sitio, aquí estoy a gusto y firmo para que sea así hasta el fin de mis días. Pero no, a cambio tenemos la incertidumbre de vivir sin saber si esa situación, que tanto nos gusta y en la que querríamos vivir, durará o se acabará mañana. ¿Será que el ser humano está hecho para vivir continuamente en desasosiego? ¡Aggg! ¡Qué rabia! Luchar contra la naturaleza y contra el destino natural del hombre. Nos traen aquí, aprendemos principios y valores, nos esforzamos por ser buenas personas, intenta

Amor en el olvido

¿Alguien te había observado? ¿Alguien sabía que estabas ahí? Parece que todos hemos olvidado que tú también formaste parte de esa historia. *** Recuerdo cuando me contaron aquella historia. Era una de esas historias que te encojen el alma y hacen que pienses en lo injusta que es la vida. Sin embargo, hace poco me vino a la mente y pensé que la vida había sido aún más injusta con uno de los protagonistas. Una muchacha joven en la flor de la vida, con apenas 15 años, fue obligada a casarse con un hombre 13 años mayor que ella. Jamás le preguntaron si quería casarse, si tenía sueños, si amaba algo o a alguien, simplemente la obligaron a decir: "Sí, quiero". Pasaron los años y aquella mujer fue creciendo, viviendo sin amor en un matrimonio que la consumía por dentro. De pronto un día su corazón dio un vuelco. Un desconocido hizo que aquella mujer, que se había resignado a no sentir nunca nada, sintiese mariposas en el estómago. Aquel hombre había hecho que su corazón latiese d

Talla 0 y publicidad engañosa

Hoy estaba revisando mi correo electrónico y se me ha ocurrido vaciar la bandeja de mensajes enviados. Entre tantos mensajes, uno llamó mi atención, uno en cuyo asunto se podía leer: "No es demasiado tarde para cambiar", y que envié a las redacciones de algunas revistas y periódicos. El contenido del mensaje es el siguiente: Estimados redactores: La presente carta la escribo para intentar que ustedes me ayuden a cambiar la sociedad. El tema del que les voy a hablar es uno de esos que se repiten continuamente en la televisión y en las revistas pero que no consiguen mucho. Sé que es muy difícil cambiar la visión de la sociedad hacia un tipo de canon pero cada vez que observo una revista o veo la televisión pienso que estamos creando una sociedad enferma. El tema del que les hablo es el peso, la obsesión por el peso. Me he planteado escribir esta carta porque hoy mismo (12 de julio de 2009) me he topado con un programa sobre dicho tema (la 2 de TVE - La noche temática),