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Victoria Subirana

Salí de la estación de metro Sol y me dirigí hacia la Gran Vía madrileña por la calle Montera, mientras intentaba recordar cuándo había estado allí por última vez. Tenía hambre y prisa, así que entré en McDonald's y me pedí la comida para llevar. Según caminada en dirección a la parada del autobús iba mordisqueando la hamburguesa y pude percibir que unos extrajeros me fotografiaban (no sé si les hacía gracia o les causaba sorpresa ver a alguien comer por la calle). Era tarde y no quería alargar la espera. Me subí al autobús y durante el camino casi no pude pensar en nada, tenía demasiados pensamientos rondando. Me quedé en la parada más cercana y fui a toda prisa hasta la puerta de la factultad de humanidades, pero estaba cerrada. No tenía el teléfono de nadie y no sabía qué hacer. Intenté abrir las cuatro puertas que había y, de pronto, apareció el vigilante de seguridad, entonces, la cara se me iluminó. Bajé las escaleras de prisa hasta la sala donde se desarrollaba el seminario, y la vi, con su pelo negro rizado, su sonrisa deslumbrante... Entré en la clase y dejé mis cosas en el suelo, al lado de la puerta, sin hacerme notar, pero me vio y vino corriendo hacia mí a abrazarme y a informar a todos los asistentes de mi presencia y de quién era yo.

Un abrazo suyo te produce tantas sensaciones que es complicado describirlas, tiene tanta energía que consigue que te olvides de todo. Con ese abrazo sientes que nada es imposible, que esa conexión que nos une sobrepasa el tiempo y el espacio, ella me quiere y yo, además de quererla, la admiro.
 
Victoria Subirana

Ella es Victoria Subirana y es una de las personas a las que más admiro en el mundo. Vicky llegó a mi vida cuando peor me encontraba y me enseñó un mundo diferente. Nunca podré recompensarla por haberme enseñado tantas cosas y por haberme acogido de esa forma tan especial. Ella es sencillamente maravillosa. Su "pedagogía transformadora" fue todo un descubrimiento y, desde entonces, sigo buscando la forma de que todo el mundo la conozca. Es una mujer luchadora, una mujer que no se queda con los brazos cruzados cuando llegan los tiempos difíciles. Vicky tiene historias sorprendentes y divertidas, pero también tiene historias desgarradoras. Para mí es impensable ir a un seminario de Vicky y no derramar ni una lágrimita en algún momento. La injusticia me mata y Victoria sabe mucho de injusticias, vive con las injusticias y lucha contra ellas.

La pedagogía transformadora enseña a los niños a ser librepensadores, pero sin que pierdan su cultura. Toda la pedagogía está basada en autores de todos los tiempos y de todas las culturas y religiones.

Sinceramente espero que esta metodología se extienda por todos los rincones del planeta y seamos capaces de darles nuevas herramientas a esas mentes que se están desarrollando y que, en unos años, se convertirán en nuestros políticos, arquitectos, artístas, ingenieros, médicos, etc.

Hay una frase de Edmund Burke, el político y primer crítico de la Revolución Francesa, que dice: "lo único necesario para el triunfo del mal es que los buenos no hagan nada", y es verdad. Gracias a Victoria Subirana, conseguí el valor necesario para acabar con ese mal que estaba consumiendo mi vida, pude crear el punto de inflexión y cambiar mi destino. No sé si las casualidades existen, pero creo que en aquel momento solo tenía que conocer a una persona como ella para salir del agujero en el que me encontraba. Aún no logro entender cómo una contable, estudiante de filología, se apunta a un curso de pedagogía. Simplemente creo que tenía que pasar y pasó. Recuerdo aquel segundo día de seminario cuando, delante de unas 30 personas a las que apenas acababa de conocer, me derrumbé y conté lo que tenía dentro, hablé de los monstruos que me atormentaban. Todo el mundo se sorprendió porque hacía pocos minutos había hecho de un personaje muy divertido en un teatrillo de los que monta Vicky en alguna actividad. Ese día me liberé, rompí mis cadenas y pude hacer algo para que el mal no triunfase.

En cada seminario que haya espero estar porque las personas que se conocen en cada uno de ellos son especiales, tienen sentimientos muy bonitos y comparten conmigo esa ilusión por aprender a cambiar el mundo.

Este seminario - el tercero para mí - ha sido muy singular porque he servido de ejemplo de una de las actividades propuestas en la pedagogía transformadora: las ventanas de la luz. Cito textualmente de qué se trata:

"Dentro del taller de filosofía hay una actividad que recibe el nombre de "las ventanas de la luz". Se basa en uno de los textos mencionados con anterioridad: el fragmento filosófico sacado del Bhagavat Gita, que dice:

"Ningún conocimiento puede ser encontrado sin ser buscado, ni la tranquilidad sin afanarse por ella, ni la felicidad sino a través de tribulaciones. Todo investigador, en un momento u otro, tiene que sufrir un conflicto de deberes, y un vuelco en el corazón".

[...]

Para tener muy presente este dogma, el niño, o el adulto, decorará con sitaras (botoncitos metálicos parecidos a las lentejuelas, que se adhieren a las ropas orientales) una ventana cada vez que sea consciente de que ha adquirido un nuevo conocimiento.

La ventana ilustrará el resultado final de aquello que ha aprendido, incluyendo una fecha, el nombre del autor y un título que tenga relación con el aprendizaje adquirido."

Pues bien, yo he conseguido el objetivo que me propuse hace un año y el restultado lo he plasmado en esta improvisada ventana.
 

Fecha: Pues hoy justo hace un mes, el 26 de octubre de 2012.
Autora: yo, Alex Delgado.
Título: podría llamarse "ver lo que de verdad importa".
 
¿Mi objetivo?
 
Abrir los ojos para ver a esa gente a la que nunca había querido mirar, pero que estaba ahí, con las mismas inquietudes que yo. Se trataba de mis compañeros de estudios; y es que todos vivimos en rincones diferentes del mundo, pero compartimos la pasión por una carrera en particular. He pasado tres años sin tener ningún tipo de acercamiento a ellos, ningún contacto, me negaba a conocerles. El año pasado decidí que debía cambiar, tenía ganas de compartir algo con esas personas anónimas. Finalmente, el 26 de octubre de 2012 lo conseguí, conocí a unas personas espléndidas que ahora se han metido dentro de mi corazón, y espero que permanezcan ahí durante mucho tiempo.

Esta entrada está dedicada muy especialmente a mi querida Victoria Subirana, y, por supuesto, a esos nuevos integrantes de mi universo particular.

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Fundación Eduqual: http://eduqual.wordpress.com/

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